Yo también construí mi hogar en nido extraño y también obedezco a la persistencia de la vida. Mi vida me quiere escritor y entonces escribo. No es una elección: es una íntima orden de batalla.
Estaba terriblemente enamorado de ella, porque aún no sabía amarla.
Me movía tanto, que no podía verla. Al aprender a amarla, ya no me movía tanto, pero la pude ver.
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *
Comentario *
Nombre *
Correo electrónico *
Web
Δ
Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.